Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre
sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa
acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y
uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y
uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de
mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el
calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia
alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es
fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno
aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un
buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el
tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin
pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el
tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar
tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. Con el
tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha
por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el
tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir
lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que
disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el
tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la
amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas
feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el
tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es
irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un
ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos
en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer
planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que
pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das
cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que
estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas
feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer
estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar
perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que
necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún
sentido. Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...
Jorge Luis Borges
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