jueves, 23 de junio de 2011

¿En qué dirección tenés que limpiarte después de ir al baño?

DE UN BLOG AMIGO:

Voy a tratar de tocar un tema importantísimo con la seriedad que requiere y espero que todos sean respetuosos al leerlo y comentarlo. Quizás no sea un tópico que esté en la agenda cotidiana, pero creo que podemos darnos un minuto para pensar en esto. Se trata de un debate interesante sobre algo cotidiano: ¿en qué sentido hay que limpiarse luego de ir al baño?
En LifeHacker tienen un lindo post con varias opiniones al respecto y me gustaría reflejar parte de lo surge de él. Lo cierto es que probablemente hayan sido tus papás los que te enseñaron a limpiarte después de ir al baño y que desde entonces no hayas cambiado ni una coma de las instrucciones originales. Pero, ¿no será que la ciencia tenga cosas para enseñarnos?. Veamos:
Dos maneras clásicas de limpiarse
Hay dos escuelas posibles en esto de limpiarse. La primera es adelante hacia atrás, con el brazo detrás de uno por el costado o de atrás para adelante con el brazo entre las piernas. La segunda tradición, más heterodoxa, es evitar ir de atrás para adelante o de adelante para atrás y en cambio atacar la zona afectada con un movimiento giratorio, como si estuvieras limpiando una manchita sucia.
Cómo deberíamos limpiarlo
Según el Dr. Curtis Asbury, el método de limpieza depende de tu sexo. Si sos varón, podés hacer lo que te quede más cómodo y cómo más te guste, incluso de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Pero si sos una chica la cosa cambia, porque algunos creen que hay peligro de infecciones en la zona urinaria. El mito dice que si se limpia de atrás hacia adelante, se mueve la materia fecal hacia la vagina, de allí a la uretra, desde donde alcanza la vejiga y ¡zaz! ¡infección del tracto urinario!
Muy impresionante, sin dudas, pero también muy poco probable. Hasta ahora nunca nadie pudo probar un caso similar. Pero sí puede suceder cuando -seamos cuidadosos- hay actividad sexual por diferentes vías y no se cambia el preservativo. En otras palabras, si vas a entrar por el garage y por la puerta principal, cambiate de ropa.
En cuanto a los hombres, en general hay una distancia de 15 centímetros -promedio, chicos, promedio- entre el ano y la punta del pene, así que sería poco probable que ocurriera una infección en la limpiza.
¿Y el bidet?
Obvio que a esta altura todos ya se preguntan por el bidet. Pues bien, el Dr. Chris Lowry advierte algo interesante sobre su uso a largo plazo. Al parecer en Japón, en donde los bidets tiene potente chorro de agua y secador de pelo, trajo complicaciones a la población. Se llama el “síndrome de Washlet”, donde una limpieza tan eficaz lleva a problemas tales como debilidad en los músculos del esfínter, piel seca y lesiones.
Secciones: Tip del Capitán

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